Cuál es la función del controller y por qué te convendría contar con uno en tu pyme

El controller es una figura que en los útlimos años ha ido ganando protagonismo en muchas empresas, dada su capacidad de ayudar y gestionar el negocio.

El controller es un perfil analítico que se centra mucho en los datos y los transforma en información para ayudar en la toma de decisiones a la dirección de la empresa y que puede resultar clave para convertir una cuenta de resultados desastrosa en otra bien diferente.

A continuación, te contamos los detalles de la función de un controller y por qué te convendría contar con uno en tu pyme.

¿Qué funciones desempeña el controller de una empresa?

Las funciones de un controller en una empresa pueden variar, en función de cada una de ellas y de lo que se le deje hacer a la persona o equipo de personas que desempeñen este rol. Lo normal es que el controller sea un perfil con vocación analítica y al que le gusta llegar al fondo del detalle de las cosas. Es bastante frecuente que el controller provenga mayoritariamente de las áreas relacionadas con la contabilidad, finanzas o auditoría, siendo un perfil mayoritariamente joven, al ser un puesto de reciente incorporación al mundo de los negocios (Radiografía del controler de Sage).

El controller es el encargado del control de gestión del negocio, con el objetivo de ayudar a la empresa a conseguir sus objetivos estratégicos y operativos. Para ello, se requiere un contacto permanente con el resto de áreas de la empresa (Comercial, Marketing, Finanzas, Operaciones, Dirección General, RRHH, Administración, etc.), pero no con una visión de control, sino más de gestión y de «hacer» o «ayudar a hacer».

Concretando un poco más, la siguiente relación de tareas y responsabilidades abarca las funciones del controller en una empresa cualquiera:

  • Diseño de la estrategia contable (planes de cuentas, nivel de detalle, etc.).
  • Gestión de la planificación (presupuesto, centros de coste, etc.) y seguimiento.
  • Cálculo de productividad y rentabilidades.
  • Reporting a la dirección y otras fuentes de toma de decisiones internas en la empresa. Elaboración de cuadros de mando.
  • Control de los gastos operativos.
  • Levantamiento de riesgos y oportunidades de negocio.
  • Soporte a la dirección en la toma de decisiones.

Habilidades de un buen controller

Un buen controller debe poseer una serie de habilidades clave para desempeñar con éxito su labor de control de gestión. La más importante de todas es el conocimiento del sector en el que trabaja, dado que la experiencia le permitirá comprender bien el fondo de las cuestiones planteadas en su día a día y conseguir el alto nivel de detalle necesario para desempeñar su labor. Un novato en un sector tendrá que compensar su inexperiencia con una buena base técnica en control de gestión.

Además de la experiencia, las herramientas de tratamiento de la información son fundamentales para un buen controller. Así, dominar la hoja de cálculo y las bases de datos es requisito imprescindible. Como también lo son el dominio de los conceptos contables y de administración y de las estrategias de optimización de procesos, planificación estratégica, control de costes analíticos, sistemas de información (ERP) y herramientas de gestión del presupuesto y sistemas para generar informes (o de Business Intelligence).

Además, un buen controller debe ser un perfil con gran habilidad para la comunicación con el resto de personas de la organización, tanto de perfil bajo como de primera línea. Por un lado, deberá ser capaz de encontrar la información necesaria allá donde esté y eso requiere mucha veces tener que remangarse y «bajar a la mina», para conseguir que quien mejor sepa del tema se la proporcione.

Por otro lado, el controller debe ser capaz de generar información para presentarla a los responsables de los órganos de dirección del negocio, tarea que requiere ser un buen comunicador para que lleguen arriba los mensajes adecuados en cada momento.

¿Cómo puede ayudar un controller en la pyme?

Un controller puede ayudar a una empresa a tener bajo control la cuenta de resultados, pero también a transformar un resultado desastroso en uno mucho mejor. Un controller destaca por su capacidad para analizar un negocio y determinar qué está pasando para que las cuentas salgan de una manera, pero también por tener la capacidad de ayudar en el planeamiento estratégico para transformar esas cuentas en otras diferentes.

El controller es un vigilante y un guía, que vela para que el negocio vaya por la senda de que lleva hacia la rentabilidad y el éxito empresarial y que, en caso de desviarse, propone soluciones para retomar el camino correcto. Un controller, además, es un perfil ideal para iniciar nuevas aventuras empresariales, como es el caso de la apertura de nuevos mercados o el arranque de un proceso de internacionalización del negocio.

Su conocimiento de los costes, del sector y de las posibilidades reales de la empresa, permite que su voz sea un referente a la hora de tomar decisiones desde el plano técnico. Si compensa vender a un precio, hasta dónde se puede negociar, cómo se debe servir al cliente para hacer rentables las operaciones, entre otras. Estas son sólo algunas respuestas que puede aportar un controller a cualquier empresa, tambíen a las pymes, que en el entorno turbulento actual podrían sacar mucho partido de su función, dada la capacidad y visión que puede aportar de forma objetiva.

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