Resulta evidente que las necesidades de un país no se cubren con la producción interna, sino que necesita adquirir en el exterior una serie de productos para atender las demandas de la población. Este intercambio origina la existencia de empresas importadoras y exportadoras, lo que supone un primer paso en la internacionacionalización de los negocios, reflejado en las empresas que se dedican al comercio internacional desde su sede nacional.
Si las empresas importadoras y exportadoras deciden actuar más directamente en otros países, se avanza en el proceso de internacionalización a través de la creación de sucursales y filiales, según el grado de penetración en el mercado extranjero.
Las sucursales y filiales
Cuando una empresa crea un establecimiento en un país extranjero para operar allí, especialmente en la comercialización y distribución de sus productos, dicho establecimiento se denomina sucursal. Las sucursales no tienen personalidad jurídica propia, sino que dependen directamente de la empresa que las crea.
Una filial es una empresa creada por otra empresa (empresa matriz) para realizar actividades en un país extranjero. A diferencia de las sucursales, las filiales tienen personalidad jurídica propia, y realizan actividades más amplias: producción, finanzas, gestión de los recursos humanos, etc.
Estrategias de internacionalización
Las empresas pueden utilizar diferentes estrategias de internacionalización:
1. Estrategia centralizada: en este caso, las decisiones se toman en el país de origen de la empresa. La presencia en el exterior se suele realizar a través de sucursales, que únicamente pueden tomar decisiones referentes a la comercialización.
2. Estrategias descentralizadas: surge con la creación de filiales, a las que se concede autonomía en múltiples aspectos, como la producción, comercialización, finanzas, etc. Sin embargo, es la sede central quien realiza la función de coordinación y control.
3. Estrategia multidoméstica: supone un paso más en la autonomía de las filiales. Desaparece la fusión integradora de la sede central, y todos los centros tienen el mismo poder de decisión. En realidad se ha formado un conglomerado de empresas repartidas por todo el mundo. La coordinación de las actuaciones se realiza mediante acuerdos a escala global.
Las empresas multinacionales
Las dos últimas estrategias de internacionalización dan lugar a las empresas multinacionales, que son aquellas cuyo ámbito de actuación supera el territorio nacional, de modo que la mayor parte de sus actividades (producción, compras, ventas, etc) se realizan fuera de su país de origen, en distintos lugares del mundo.
El gran desarrollo de las multinacionales tuvo lugar a partir de la Segunda Guerra Mundial, primero en los Estados Unidos y posteriormente en Europa y en Japón. Esto se debió principalmente a los avances en los sistemas de transporte y en las tecnologías de la comunicación, así como al largo periodo de paz mundial que posibilitó el auge del comercio internacional y las buenas relaciones entre los países desarrollados.
En la actualidad existen multitud de empresas multinacionales que tienen filiales repartidas por todo el mundo. En muchos casos, el valor de la producción y las ventas en el país de origen es muy inferior a su actividad en el resto del mundo.
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