Invertir en base a la rentabilidad por dividendo

A la hora de invertir en bolsa, una de las estrategia más sencillas y efectivas es la de apostar por valores con una alta rentabilidad por dividendo. Es una estrategia a largo plazo ya que no se revisa hasta que pasa un año y que se basa en apostar por valores con sólidos beneficios que nos garantizan el cobro de un dividendo que se acumula a la posible revaloración del propio valor.

Los valores con alta rentabilidad no suelen ser valores especulativos por lo que la evolución de sus precios suele ser más estable, eso unido al plazo recomendable de mantenimiento en cartera representa una apuesta más conservadora.

Medir la rentabilidad por dividendo

Para calcular la rentabilidad por dividendo de un valor tenemos que dividir el dividendo anual bruto entre el precio del valor, así obtendremos un coeficiente que si lo multiplicamos por 100 nos dará la rentailidad anual que nos ofrecerá el dividendo de ese valor y que incrementará el beneficio obtenido por la revalorización del valor en ese periodo.

Hay que tener en cuenta que el reparto de dividendos puede hacerse semestralmente o trimestralmente por lo que para obtener el dividendo completo debemos mantener el valor en cartera durante el ciclo completo.

También debemos considerar que la rentabilidad por dividendo de una compañía varía constantemente. Por lógica el dividendo varía cada ejercicio en función de los beneficios obtenidos, pero además la otra variable, la cotización de la acción, lo hace diariamente por lo que una empresa que mantenga el mismo dividendo pero suba de cotización de un año para otro tendrá un ratio menor y su dividendo será menos rentable.

¿Empresas grandes o pequeñas?

Podemos pensar que a la hora de escoger en qué valores invertir siguiendo este criterio nos iremos siempre hacia valores de gran capitalización y que la mayor rentabilidad la ofrecerán las grandes empresas pero no siempre es así.

Teniendo en cuenta la manera de calcular el ratio de rentabilidad, podemos encontrarnos con que en ocasiones muchas small caps están dentro de las empresas con mayor índice de rentabilidad. Muchos inversores prefieren evitar la compra de acciones de estas compañías ya que mantienen una política de inversión muy conservadora y pocas veces están dispuestos a retocar la composición de sus carteras.

La inversión en small caps con alta rentabilidad por dividendo requiere un mayor control ya que los beneficios o incluso la política de reparto de dividendos de estas empresas suele variar mucho de un año para otro, mientras que las grandes compañías suelen comportarse de una manera más homogénea.

En resumen, siempre dentro de lo que supone una inversión en renta variable, la apuesta por valores de alta rentabilidad por dividendo nos garantiza un porcentaje de beneficio independientemente del comportamiento del valor y es una estrategia a largo plazo, lo que nos evita tener que estar constantemente tomando decisiones sobre las acciones a seguir. Esto la converte en un buen sistema para los inversores que no quieren sufrir con los vaivenes diarios de los mercados.

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