Los limites de la información contable

Es frecuente que quien más confíe en una determinada disciplina sea aquél que no la domina. Por ejemplo, cualquier contable o financiero sabe perfectamente de los limites de la información contable. Por contra, los legos aún se sorprenden cuando ven que una firma con fondo de maniobra positivo colapsa financieramente, o que quiebre una empresa con fondos propios destacados, etc…

Las limitaciones más habituales que vamos a reseñar a continuación no significan que la información contable no sea necesaria. Todo lo contrario, lo que hay que hacer es valorarla en su justa medida, conocer hasta dónde llega, completarla con otra información extracontable y saber interpretar los datos desde una perspectiva poliédrica. Veamos esas zonas difusas:

  • La información contable no es información de flujos financieros: el criterio de devengo frente al de caja, los distintos plazos de cobro y venta, etc..todo ello hace que debamos completar esa contabilidad con documentos relacionados con los flujos de caja de la empresa. Si no, nos podremos llevar sorpresas con empresas con fondos de maniobra negativos que sin embargo son financiadas por sus proveedores (grandes superficies) o con empresas con grandes facturaciones y mínimos cobros efectivos.
  • La información contable puede sufrir distorsiones temporales: pensemos en empresas estacionales, como por ejemplo las bodegas de vino, y como los activos a 31 de diciembre no tienen nada que ver con los del resto del año, o las promotoras, y sus cuentas de resultados necesariamente plurianuales para entender que está pasando. Es necesario conocer realmente los periodos de generación de negocio de las empresas para entender los datos que nos suministran los estados contables.
  • La información contable puede tener sesgos valorativos: hablamos de que la normativa contable recoge valores históricos en algunos casos, en otros no recoge como ciertas determinadas perdidas debido a limitaciones legales hasta que no transcurran determinados plazos, etc….
  • La información contable se nos da muy poca desglosada en ocasiones, con un efecto agregador que nos impide analizar causas concretas en ocasiones, y que en otras clasifica determinados supuestos de un modo muy lejana a nuestra concepción mental clásica (la amortización acumulada puede ser un buen ejemplo).
  • La información contable no recoge toda la realidad que afecta a la empresa, hay multitud de datos económico-financieros que afectan a la empresa que no están contabilizados y que tienen una importancia vital en un futuro inmediato (pensemos, por ejemplo, en asuntos fiscales).
  • La información contable nos llega a posteriori, en ocasiones excesivamente tarde.
  • La información contable está sujeta a posibles cambios de criterios por parte de quien la maneja (cambios en la política de provisiones, por ejemplo) que pueden despistar a aquellos no habituados a la misma.
  • La información contable no es inmune a los tramposos, a aquellos que se inventan ventas, falsean valoraciones de activos, o contabilizan meras estimaciones.

Y son sólo algunas. ¿Los no habituados a trabajar con los números de la empresa os lo imaginabais así

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