Radiografía del pago de autónomos en Europa

Emprender un negocio por cuenta propia nunca ha sido tarea fácil. Sin embargo, España es uno de los países que ha ganado fama de presentar numerosas trabas y obstáculos para ser autónomo. Y una de esas famosas barreras es la cuota mensual, porque no es precisamente barata en comparación con otros países de la Unión Europea. En España se paga cada mes en torno al 29% de la base de cotización que se haya elegido y teniendo en cuenta que la mayoría de autónomos – más del 80% – escoge la base mínima de cotización de 893,10 euros al mes, la cuota de autónomos en 2016 asciende a 267,04 euros. Sí, es elevada, pero es importante señalar que, a diferencia de otros países donde ser autónomo es mucho más barato, en España el pago de esta cuota incluye una serie de prestaciones que no se disfrutan en otros lugares. Por eso, a la hora de relizar cualquier comparativa, es imprescindible tener en mente no solo lo que se paga, sino lo que se recibe a cambio.

Por tanto, teniendo en cuenta este fundamental aspecto del pago de autónomos, vamos a emprender un breve viaje por algunas de las economías más importantes de la Unión Europea para ver cómo tratan a sus autónomos.

Reino Unido

El sistema británico establece el coste de la cuota de autónomo en función de los ingresos que se perciban y no hay que hacer declaraciones trimestrales del IVA. Este se paga al final del ciclo fiscal, dependiendo de las ganancias.

De esta forma, en Reino Unido la tarifa mínima es de 13 euros si nuestros ingresos no superan los 6.000 euros anuales. Pero si se pasa de esa cantidad, el autónomo tendrá que pagar un 8% de los ingresos de ese año. Por ello, si estiman que van a sobrepasar esas cantidades pueden pagar voluntariamente una cuota que asciende a 58 euros.

Las contingencias incluidas son la pensión estatal básica, baja de maternidad y prestación por fallecimiento. No cubre ni la incapacidad temporal ni el subsidio por desempleo.

Alemania

En Alemania la cuota de autónomo es de 140 euros si ingresamos más de 1.700 euros mensuales. Si no se superan esos ingresos no hay que pagar cuota. Sin embargo, los autónomos no están integrados en el sistema nacional de salud y deben pagar un seguro médico, que oscila entre los 150 y los 250 euros.

Holanda

En el país de los tulipanes sólo se pagan 50 euros anuales por estar inscrito en la Cámara de Comercio. No hay cuota de seguridad social, por lo que el trabajador tiene que pagarse un seguro médico, unos 100 euros mensuales.

Portugal

Nuestros vecinos tienen un presión fiscal menor. No existen cuotas y tampoco es obligatorio pagar el IVA. En cambio, se paga en función de los ingresos. En concreto se abona el 24,5% de los ingresos anuales, aunque existe una base de protección ampliada que asciende al 32%.

Francia

El primer año no se paga nada y a partir del segundo, las cuotas se establecen en función de la profesión y las ganancias. Se aplica un 12% en las actividades comerciales, un 21,3% para los servicios y un 18,3% para las profesiones liberales. Las coberturas incluyen el derecho a asistencia sanitaria, jubilación, incapacidad temporal y pensiones de viudedad e invalidez.

En cuanto a la asistencia sanitaria, en Francia, primero se pagan los gastos y después el Estado reembolsa entre el 65% y el 100% del coste total.

Italia

Al igual que en Portugal, los autónomos sólo pagan a Hacienda en función de las ganancias. En concreto y dependiendo del caso, se puede pagar entre un 20 y un 30 % de sus ingresos.

Con estos datos en la mano, podemos comentar que, en principio y sin tener en cuenta otros factores, Francia es el país que da mayores facilidades a los autónomos dentro de las grandes potencias económicas de la Unión Europea, mientras que Alemania y España son dos de los países que menos facilitan el trabajo por cuenta propia.

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