¿Cómo se clasifican los costes en las empresas?

Los costes de producción constituyen la valoración económica del consumo de factores de producción empleados en una actividad para la obtención de los distintos bienes y servicios. Es muy importante no confundir los conceptos de gasto, coste y pago. El gasto se refiere a la compra de un factor de producción; mientras que el coste hace referencia al consumo de dicho factor, esto es, a su incorporación en el proceso productivo. Por otra parte, el pago se refiere exclusivamente al abono del importe del factor en cuestión.

Debido a la importancia que tiene para cualquier empresa minimizar sus costes, en este artículo repasaremos las principales clasificaciones sobre los mismos para tener muy claro el concepto de los más importantes tipos de costes que tienen lugar en la mayoría de las empresas.

Costes fijos y costes variables

Los costes fijos de la empresa son aquellos que no dependen del nivel de producción de la misma. Se trata, por tanto, de costes que la entidad tiene que asumir independientemente de que produzca mucho, poco o nada, motivo por el cual se consideran constantes a corto plazo. Por ejemplo, el alquiler de los locales donde se ubica nuestra empresa es un coste fijo porque no depende de la producción que tengamos.

Mientras tanto, los costes variables, como su propio nombre indica, son aquellos que varían a corto plazo a medida que cambia la cantidad de producto obtenida. En estos casos, a mayor producción, mayores costes variables. Por ejemplo, los costes de materias primas o los costes de suministros serán mayores a medida que aumenta el nivel de producción de nuestra empresa.

Llegados a este punto cabe hacer un matiz: esta clasificación se centra en los costes a corto plazo de la empresa debido a que a largo plazo todos los costes son fijos. ¿Por qué? Pues muy simple: a largo plazo todo se puede cambiar, incluso los costes. Así, si la empresa del ejemplo anterior decido adquirir el local que tenía alquilado el coste fijo desaparecerá.

Costes directos y costes indirectos

En esta segunda clasificación, la diferencia entre los costes directos e indirectos se basa en la asignación de los costes a la producción final de la empresa. Así, los costes directos son aquellos que se identifican plenamente con un producto en concreto; mientras que los costes indirectos son aquellos que no pueden atribuirse diretamente a los distintos productos de una empresa, por lo que es necesario establecer algún criterio de reparto.

Por ejemplo, para una empresa que fabrica ordenadores y adquiere X discos duros, dicha adquisición supone un coste directo. Mientras tanto, el salario de un técnico informático que trabaja además de en la fabricación de ordenadores, en la de impresoras y escáneres representa un coste indirecto debido a que el reparto de dicho coste entre los distintos productos es complicado.

Debido a que los costes indirectos no son nada fáciles de imputar a cada unidad productiva, las empresas utilizan la contabilidad analítica o contabilidad de costes para calcular de la manera más aproximada posible cuánto cuesta producir un determinado bien o servicio.

Otros criterios de clasificación

A parte de estas dos categorías principales, existen otros criterios de clasificación de costes que resumiremos a continuación. Una de ellas es la que clasifica a los costes según el tiempo, distinguiendo entre costes a corto plazo (se generan en un plazo inferior al año) y costes a largo plazo (se refieren a un periodo superior al año).

Por otra parte, también podemos clasificar los costes según generen o no un pago. En esta caso diferenciamos entre costes explícitos, que son aquellos que proceden de adquisiciones en el exterior de la empresa y por los que hay que pagar un precio (por ejemplo, la mano de obra); y costes implícitos, que hacen referencia al uso de elementos que son propiedad de la empresa y, por lo tanto, hay que estimar su coste de oportunidad, esto es, el valor que se podría haber obtenido con una dedicación diferente de esos elementos.

Ver los comentarios

No hay comentarios aún.

Deja un comentrio