El autónomo colaborador es la figura en la que se encuadra el familiar directo del autónomo que trabaja en el negocio pero debido a su parentesco no puede estar contratado. ¿Tiene alguna responsabilidad el autónomo colaborador sobre las deudas del negocio desde el punto de fiscal?
Cabe recordar que la Agencia Tributaria es muy proclive a la derivación de responsabilidades sobre las deudas tributarias, como pasa con los administradores y las deudas societarias. ¿Qué criterio se sigue en el caso de los autónomos colaboradores?
El autónomo colaborador, desde el punto de vista laboral, tiene la consideración de un empleado más del negocio al que, según la normativa de la Seguridad Social, se encuadra en el Régimen de Autónomos y no en el General, por las circunstancias especiales que surgen de su relación con el empresario.
Los criterios de Hacienda
Teniendo esto en cuenta no cabe la derivación de responsabilidadeshacia el autónomo colaborador por las deuda tributarias del negocio principal. Pero ¿qué ocurre si es al contrario y la deuda la tiene el autónomo colaborador? ¿Se pueden derivar responsabilidades hacia quien contrata?
La Ley General Tributaria establece la posibilidad de que se deriven responsabilidades hacia las personas o entidades que contraten o subcontraten la ejecución de obras o la prestación de servicios correspondientes a su actividad económica principal, por las obligaciones tributarias relativas a tributos que deban repercutirse o cantidades que deban retenerse a trabajadores, profesionales u otros empresarios, en la parte que corresponda a las obras o servicios objeto de la contratación o subcontratación.
Bajo esta premisa Hacienda podría intentar establecer el vínculo en base a una subcontratación de servicios y por ello sí proceder a la derivación de responsabilidades. Lógicamente este criterio no puede ser absoluto y ha de partir de una auténtica subcontratación, algo que en muchos casos sería imposible o casi imposible de demostrar.
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