Mercados emergentes y mercados frontera : un mundo lleno de oportunidades y riesgos

Llega un momento en la empresa en que ha de afrontar el reto de la internacionalización, entendiendo como tal en este caso la fabricación y/o comercialización fuera de sus fronteras de procedencia. Siendo la internacionalización un proceso duro, pero apasionante, lo cierto es que las opciones son múltiples, desde afrontar el reto de entrar en países desarrollados de primer orden o apostar por los mercados emergentes o los mercados frontera.

Los mercados emergentes, también conocidos como países en desarrollo, son aquellos que crecen con fuertes tasas y con un creciente proceso de internacionalización. Podemos obtener una clasificación de los mismos a través de índices elaborados por FTSE, MSCI, The Economist, etc.

En cualquier caso, este termino, el de países en desarrollo es bien conocido en general y se suele coincidir generalmente al señale que países forman parte de este grupo. Podemos citar como ejemplo a China,India, algunos países de América Latina (particularmente Brasil, Argentina, Chile, Colombia, México, etc), Taiwan,…

¿Qué es un mercado frontera?

Sin embargo, el término de mercado frontera es menos conocido. Vendrían a ser aquellos mercados que aún no han calificado para ser considerados emergentes, los aspirantes a serlo, con fuertes tasas de crecimiento, superiores muchas veces a los emergentes, pero que aún no han logrado la dimensión ni consistencia de los mismos, y donde generalmente la inseguridad jurídica es mucho mayor.

Hay menos acuerdo entre los analistas a la hora de decidir que mercados son frontera, pero podemos citar combo generalmente aceptados los casos de Argentina, Trinidad y Tobago, Bulgaria, Croacia, Estonia, Lituania, Kazajstán, Rumania, Serbia, Eslovenia, Ucrania, Kenia, Mauritania, Nigeria, Túnez, Bahrein, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Bangladesh, Pakistán, Sri Lanka y Vietnam.

El interés de apostar por estos mercados es claro. Sus tasas de crecimiento tan fuertes son muy golosas, pudiendo satisfacer objetivos de volumen y margen de las empresas más ambiciosas.

Pero no conviene llamarse a engaños, los riesgos son mayores, como no podía ser de otro modo que los existentes en los mercados desarrollados, al menos a corto plazo. Hablamos de riesgo país, de riesgo divisa, etc, aunque hay grandes diferencias entre los distintos casos , existiendo países en desarrollo homologables en gran medida con los países desarrollados, frente a los mercados frontera, donde los riesgos se disparan.

Por tanto, cuando abordemos entrar en uno de estos mercados, con la inversión que ello requiere, debemos tener muy claro a lo que nos exponemos, a las peculiaridades propias del país, y no dejarnos cegar por las rentabilidades esperadas de nuestra aventura. En este sentido es muy recomendable contar con el apoyo de personas con fuerte experiencia en dichos entornos o de socios locales de confianza, así como del respaldo de nuestra entidad bancaria.

Para cerrar este post os dejamos una pequeña reflexión a modo de ejercicio pendiente. ¿Se podría trasladar el concepto de mercados emergentes y mercados frontera a nuestra mercado interno? Se trataría de identificar zonas de España cuyas perspectivas de desarrollo son sustancialmente mayores que otras, incluso asumiendo ciertos riesgos que pueden provenir, por ejemplo de los desequilibrios propios del crecimiento. ¿Y podíamos hacer otro tanto pensando en términos no geográficos , si no de producto, de nichos de mercado?

Ver los comentarios

No hay comentarios aún.

Deja un comentrio